domingo, 11 de julio de 2021

Leopolda Cano Fernández, una de las primeras alcaldesas de España y alcaldesa de Autillo en 1930

 

 

Primera firma de Leopolda Cano, como presidenta de la Comisión Gestora

Cuando creíamos que era muy difícil hallar otro personaje histórico que nos sorprendiera en la Historia de Autillo de Campos, doña Teodora Asensio me puso en la pista de Leopolda Cano Fernández, una de las primera alcaldesas en la Historia de España. Doña Teodora Asensio la recuerda precisamente porque fue su maestra de escuela.

Leopolda Cano era natural de Cervatos de la Cueza, hija de Rafael y Ciriaca. Su nombramiento como alcaldesa de Autillo fue accidental. Por ley del 30 de diciembre de 1932, se disolvió el consistorio anterior presidido por Diodoro Vega Mijares (1875-1951) y se nombró una Comisión Gestora encargada del Ayuntamiento hasta la celebración de nuevas elecciones. La nueva ley cesaba en el cargo a aquellas corporaciones que hubiesen sido elegidas por el famoso "artículo 29", que establecía que no se celebrarían elecciones en aquellos pueblos donde se presentasen el mismo número de candidatos que el número de concejales, y ese fue el caso de Autillo.

La ley preveía que se debía formar una Comisión Gestora de tres miembros compuesta por el funcionario más joven del lugar, más un representante de los contribuyentes (propietarios) y otro de los trabajadores (obreros). Los otros dos miembros de la Comisión gestora, reunida el 27 de enero de 1933, fueron don Vicente Castro Vargas (1906-1985) (elegido por la Asociación Patronal Agrícola) y don Agustín Castro Martínez (representante de la Asociación Obrera, no natural del pueblo). En la primera votación entre ellos el resultado fue de un voto para Leopolda, otro para Agustín y otro en blanco. En el desempate, Leopolda obtuvo dos votos y Agustín (el representante obrero) solo uno. El voto de Vicente Vargas debió ser determinante por tanto en la elección de la nueva alcaldesa. Todos ellos acordaron que las sesiones municipales se celebrarían en adelante todos los domingos a las 11:00 horas.

 En total Leopolda Cano presidió 11 sesiones municipales. Los problemas más importantes que tuvo que hacer frente durante su mandato fueron la angustiosa situación de los obreros parados forzosos, a los que había que dar jornales arreglando arroyos, la presa de Suso, allanando caminos como el de Peronda y el problema de la talla de mozos en edad militar. Uno de ellos, Mariano Cea San Pedro, nac. 1916) se declaró prófugo. También arregló las ventanas y balcones del Ayuntamiento, pues estaban en estado lamentable. Durante su mandato se recibió de correos un buzón de chapa para enviar las cartas, y que se colocó en el interior de la expendiduría de tabacos por ser un lugar céntrico del pueblo.

En su tercera sesión como alcaldesa conoció al nuevo secretario del Ayuntamiento, don Teodomiro del Campo Fernández, natural de Cisneros, hijo de Teófilo y Benita, con quien después se casó y tuvo un hijo en Autillo, Francisco Javier, en 1942.

 Leopolda Cano realizó en total 4 viajes a Palencia durante su mandato y se le abonaron sus correspondientes dietas. Las nuevas elecciones se celebraron el 23 de abril en las escuelas contiguas al Ayuntamiento.

Los comicios municipales dieron como resultado un contundente triunfo del Partido Republicano Agrario, y elegido como nuevo alcalde don Macario Gutiérrez Santiago y como concejales: José Liébana Lesmes, Eleuterio Martín Caballero, Teódulo Tejerina Asensio, Isaac Martín Escobar, Ignacio Fernández Urbón y Félix Herrador Castillo.


El 12 de julio de 1936, justo una semana antes de estallar la Guerra Civil, Teodomiro del Campo Fernández, secretario del Ayuntamiento, solicitó un permiso de un mes de ausencia para contraer matrimonio con la intención de que el secretario del Ayuntamiento de Frechilla supliese su ausencia.

 

El caso de Leopolda Cano no fue único en España, por poner algún ejemplo, en la provincia de Zaragoza fueron elegidas ese año 16 maestras como alcaldesas. El mismo caso sucedió en Canarias con la primera mujer alcaldesa de dicho archipiélago, y se le ha dado una calle con su nombre y un homenaje municipal en el Sauzal (La Palma).

 Tampoco fue la primera alcaldesa de la provincia de Palencia, pues ese honor le corresponde al parecer a Amparo Mata, regidora de Sotobañado en el año 1930. Aún así, nadie le quita el mérito de ser hasta ahora nuestra primera y única alcaldesa de Autillo y de las primeras de Palencia y aún de España.

 

  Primera firma de Leopolda Cano sobre la de Teodomiro del Campo, secretario del Ayuntamiento, quien años más tarde fuera su marido

 








 

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