lunes, 12 de julio de 2021

Marcial Castro consigue los permisos para estudiar los restos del infante don Pedro Enríquez (+1366), hijo de Enrique II

El 21 de noviembre de 2019, Inmaculada Hernández Castro-Girona (bisnieta del héroe autillano del mismo apellido), se enteró por la prensa digital de que se había abierto la tumba del infante don Pedro, hijo de Enrique II de Castilla. Acto seguido lo puso en conocimiento de Marcial Castro Sánchez, nuestro paisano natural de Autillo, por si tal hallazgo era de su interés histórico. Evidentemente lo era, ya que en el año 2012 había conseguido los permisos para realizar un primer estudio antropológico y genético de los restos del tío paterno de don Pedro, don Tello de Castilla (1337-1370).

La apertura de la tumba había tenido lugar muy poquitos días antes en la capilla de Santa Catalina de la catedral de Segovia. Para ver con detalle cómo se realizó la delicada operación pincha aquí.

 

Capilla de Santa Catalina (catedral de Segovia). Se aprecia en el centro el sepulcro del infante

 

 Estatua yacente del infante don Pedro Enríquez

 Todos los segovianos, absolutamente todos, conocen perfectamente la lastimosa historia de este infante. Las escasas crónicas que hablan de su muerte nos dicen que falleció al caer de una ventana del alcázar de Segovia el 22 de julio de 1366. Leyendas posteriores añadieron que acto seguido la desesperada cuidadora que lo vigilaba se suicidó lanzándose al vacío. 


 Cofre donde se hallaron los restos del infante don Pedro, junto a su contenido: dos prendas de vestir, un cinturón de tela y tres huesos

 El 12 de diciembre de 2019 los tres únicos y pequeños huesos del infante fueron objeto de un estudio antropológico y de un escaneado tridimensional en el Departamento de Antropología de la facultad de Medicina de Granada.

 

Marcial Castro Sánchez ante los restos del infante don Pedro Enríquez (+1366) en el momento de su estudio en la facultad de Medicina en Granada

 

 Detalle de los tres huesos que se hallaron en el interior del sepulcro: dos fémures y una tibia

 Los antropólogos María Inmaculada Aguilar Aguilera y Fernando Navarro Merino fueron los encargados de dicho escaneo y estudios antropológicos.

Al día siguiente, día 13 de diciembre de 2019, se tomaron las muestras para la realización de las comparativas genéticas entre el infante don Pedro y su tío don Tello de Castilla. Los responsables de los trabajos son el doctor José Antonio Lorente Acosta y Juan Carlos Álvarez Merino, los mismos que están trabajando en la identificación genética del almirante don Cristóbal Colón y de su familia inmediata.

 

De izquierda a derecha: José Antonio Lorente Acosta (genetista), Marcial Castro Sánchez (historiador), Juan Carlos Álvarez Merino (genetista) y Adolfo Rubio Pascual-Muerte (responsable de Comunicación y Gestión Cultural de la catedral de Segovia

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