El 21 de noviembre de 2019, Inmaculada Hernández Castro-Girona (bisnieta del héroe autillano del mismo apellido), se enteró por la prensa digital de que se había abierto la tumba del infante don Pedro, hijo de Enrique II de Castilla. Acto seguido lo puso en conocimiento de Marcial Castro Sánchez, nuestro paisano natural de Autillo, por si tal hallazgo era de su interés histórico. Evidentemente lo era, ya que en el año 2012 había conseguido los permisos para realizar un primer estudio antropológico y genético de los restos del tío paterno de don Pedro, don Tello de Castilla (1337-1370).
La apertura
de la tumba había tenido lugar muy poquitos días antes en la capilla de Santa
Catalina de la catedral de Segovia. Para ver con detalle cómo se realizó la
delicada operación pincha aquí.
Capilla de Santa Catalina (catedral de Segovia). Se
aprecia en el centro el sepulcro del infante
Estatua yacente del infante don Pedro Enríquez
Cofre donde se hallaron los restos del infante don Pedro, junto a su contenido: dos prendas de vestir, un cinturón de tela y tres huesos
El 12 de diciembre de 2019 los tres únicos y pequeños huesos del infante fueron objeto de un estudio antropológico y de un escaneado tridimensional en el Departamento de Antropología de la facultad de Medicina de Granada.
Marcial Castro Sánchez ante los restos del infante don
Pedro Enríquez (+1366) en el momento de su estudio en la facultad de Medicina
en Granada
Detalle de los tres huesos que se hallaron en el
interior del sepulcro: dos fémures y una tibia
Al día siguiente, día 13 de diciembre de 2019, se tomaron las muestras para la realización de las comparativas genéticas entre el infante don Pedro y su tío don Tello de Castilla. Los responsables de los trabajos son el doctor José Antonio Lorente Acosta y Juan Carlos Álvarez Merino, los mismos que están trabajando en la identificación genética del almirante don Cristóbal Colón y de su familia inmediata.
De izquierda a derecha: José
Antonio Lorente Acosta (genetista), Marcial
Castro Sánchez (historiador), Juan Carlos
Álvarez Merino (genetista) y Adolfo Rubio
Pascual-Muerte (responsable de Comunicación y Gestión Cultural de la
catedral de Segovia