El Señor nombraba los oficios de justicia a propuesta
de un número triplicado que le hacía el ayuntamiento. También nombraba al
alcalde mayor, dos alcaldes ordinarios, dos regidores, un procurador general,
un mayordomo de la iglesia a propuesta de la justicia y al escribano. Recibía
por su señorío 150 cargas de trigo, 130 de cebada y 50 carros de paja al año en
concepto de foro perpetuo por la cesión de 360 obradas que tomó en arriendo al
señor de Autillo en el año 1473 y se retocó dicho acuerdo en 1503 y 1512. Se
repartían dichas obradas a suerte entre los vecinos de Autillo. También
percibía 12 cántaras de vino al año y 480 reales por razón de martiniega,
yantar y otros derechos, los que llamaban iguala, y las viudas pagaban como
medio vecino. Cada vecino entregaba un par de gallinas al año y las viudas una.
Este foro o censo enfitéutico no se extinguió hasta el año 1882, aunque el
ayuntamiento ya se había negado a pagar al nieto del último señor de Autillo,
José Hermosa y Urbina, V marqués de Grimaldo, las rentas del censo en los
revolucionarios años de 1868 y 1869. En 1869 el ayuntamiento acordó redactar
unas escrituras de compromiso para la redención del censo. Finalmente el
ayuntamiento se comprometió a dar a los hermanos César y Pío Hermosa y Muñoz,
herederos de los últimos señores de Autillo, 93.000 reales en tres plazos como
indemnización, para lo cual el ayuntamiento vendió unos prados y la Era de Suso
y las Regueras, que eran de su propiedad. Además dio otros 8.000 reales a
dichos herederos, pues se comprobó que faltaban algunas de las 360 obradas
originales, ya que el ayuntamiento las había vendido a lo largo de los siglos
como si fueran propias. Por tanto, se devolvían por parte del ayuntamiento las
fincas aforadas a sus propietarios. En total se devolvieron 144 fincas que
sumaban 4.353 cuartas y 19 estales, equivalentes a 305,1585 hectáreas, que
representaban aproximadamente el 10% de todo el término municipal, con un valor
de 54.414 pesetas de las de la época (a lo que se añade los 8.000 reales del
valor de las fincas desaparecidas desde 1473). Con la extinción del censo el
ayuntamiento dejó de pagar las 5.441 pesetas de renta anual del valor de las
referidas cargas de cebada, paja, vino, gallinas e iguala. Se puede comprobar
que los señores de Autillo y sus sucesores podían percibir del ayuntamiento de
Autillo un 8,7% de rentabilidad anual por el valor total de sus tierras. Dos
años más tarde, hacia 1884, ambos hermanos vendieron el total de sus tierras y
la casa fuerte o palacio que siempre había sido de los señores del pueblo. En
1909 el ministerio de Hacienda suprimió el título de marqués de Grimaldo tras
el fallecimiento de César Hermosa y Muñoz, su último titular.