Ya hemos hablado varias veces de nuestro Francisco del Nero, mercader florentín del que descendemos todos los Castros autillanos y otros muchos centenares o miles de personas que hoy en día llevan o no su apellido.
Sin duda alguna es mi antepasado favorito. Nació en Florencia en el año 1460 y
lo vemos en España junto a sus hermanos hacia 1480 ejerciendo de mercaderes de
lana y paños, como otros muchos italianos en aquella época. Su padre, Bernardo
del Nero, ejerció las más altas magistraturas en su ciudad natal, la Florencia
del quattrocento, y se debió codear con Lorenzo el Magnífico y todos los
artistas que pululaban por la ciudad en aquellos años: Brunelleschi, Donatello,
Verroccio, Leonardo da Vinci, Paolo Uccello, Filippo Lippi, Botticelli...
Seguro que fue testigo de cómo Ghiberti puso las Puertas del Paraíso en el
baptisterio de la catedral de Florencia. Nuestro Francisco del Nero se debió
cruzar sin duda por la calle con varios de estos genios, y como hijo de alguien
importante en la ciudad, seguramente pudo tratar en su niñez y juventud con
alguno de ellos.
Hacia 1494 vemos que la reina Isabel la Católica lo llama en un documento
"mi mercader". Sabemos que tuvo tratos comerciales en 1492 con
Giannotto Berardi (Florencia 1457- Sevilla 1495), a quien firmó unas letras de
cambio. Este Berardi financió los primeros viajes de Colón. Américo Vespucio
(Florencia 1454, Sevilla 1512) trabajó para este Berardi en Sevilla por
aquellos años. No sería extraño que nuestro Francisco del Nero lo llegase a
tratar en persona y también al mismísimo Cristóbal Colón, aunque por el momento
no ha aparecido ninguna documentación que lo demuestre.
En 1493 los RRCC devolvieron un préstamo de 530.000 maravedís a Francisco del Nero, Francisco de Cueto y Luis Salado, mercaderes establecidos en Valladolid, que habían sido empleados para financiar la guerra de Granada.
Lo que es cierto es que Francisco del Nero se ganó la confianza de la reina Isabel la Católica, y a la muerte de ésta, también la del rey Fernando, ya que lo nombró corregidor de Madrid, Medina del Campo y Segovia.
Adjuntamos una carta manuscrita de Francisco del Nero al cardenal Cisneros el 11 de febrero de 1516, ya que éste hacía de regente del reino. En ella le da cuenta de la tranquilidad de la ciudad de Segovia tras la muerte del rey Fernando, donde del Nero gobierna como corregidor. Su letra es pulcra y nos recuerda a la de otro toscano, Leonardo da Vinci.
Adjuntamos un detalle de otra firma suya, esta vez como corregidor de Medina
hacia 1509, sacada de las actas del concejo de dicha ciudad.